Por
Javier Mitchell
Trailer
Un artista
(Jean Michel Basquiat) se despierta en un hospital en el momento en que es dado
de alta. Al regresar a su apartamento el dueño del mismo no le permite entrar
hasta que no le pague el alquiler atrasado. Logra que le deje sacar una de sus
pinturas y parte por la ciudad de New York en una travesía de 24 hs tratando de
venderla y obtener el dinero necesario para recuperar su apartamento. En este
recorrido se encontrará con una ecléctica fauna urbana que aportará lo propio
en esta búsqueda de dinero fresco a cambio de arte.
“Downtown
81” es un film que estuvo olvidado por mucho tiempo y que se rescató veinte
años después de su realización para restaurarla. Una especie de fábula
semidocumental sobre la vida de uno de los artistas visuales más influyentes en
el arte contemporáneo: Jean Michel Basquiat aka Samo. Este mes, este clásico
del cine independiente neoyorkino cumple 30 años, y por tal motivo Music Box
Films lo celebra lanzando al mercado americano la versión restaurada y
remasterizada digitalmente de “Downtown 81”, en una edición de colección y con
gran cantidad de material extra.
Aunque sólo
vivió 28 años, Jean Michel Basquiat (1960-1988) pintó y dibujó cientos de
cuadros y dejó una gran cantidad de graffitis en las calles de New York. El
documental es un homenaje a esa New York de los ‘80s que vivía momentos de
efervescente creatividad artística. En el film vemos a Basquiat recorrer las
calle, hacer grafittis y pintar mientras escuchamos una excepcional banda
sonora con música propia del momento que va desde los Kid Creole and the
Coconuts, DNA, Suicide y la “new wave” de los japoneses The Plastics.
Dirigida
por Edo Bertoglio y producida por por Maripol, el film fue rebautizado
“Downtown 81” en el año 2000, nombre dado por el crítico de la revista
“Interview” (de Andy Warhol) Glenn O'Brien, quien fue uno de los primeros que
promocionó en su programa avant-garde “TV Party” a un Basquiat aún
semi-desconocido que se refugiaba tras el pseudónimo "SAMO" (con el
que firmaba los poéticos graffitis que inundaban el Lower East Side de
Manhattan a finales de los ‘70s).
Cuando
Basquiat rompe con Al Díaz (el artista con quien realizaba graffitis por la
ciudad) abandona este tipo de manifestación artística. A partir de ese momento
por todas partes de la ciudad aparece el graffiti “SAMO is dead” (SAMO ha
muerto). De aquellos graffitis apenas quedan fotografías, Basquiat los
reprodujo después (1980) para esta película “Downtown 81”. A partir de este
momento Basquiat cambia los muros por lienzos. La producción de Basquiat hasta
su muerte en 1988 es frenética. Realiza exposiciones en Los Angeles, New York,
Módena, Roterdam, Tokio, Edimburgo, Londres, Costa de Marfil, Hannover, París y
Düsseldof. En nueve años pinta más de 1000 cuadros y más de 2000 dibujos. Sólo
en el año 82 es capaz de realizar más de 300 cuadros. Pero toda esta actividad
febril tiene que ver con el ambiente del mercado del arte imperante que lo
rodea. El arte de Basquiat, su obra y su desarrollo es paradigmático del arte
de la década de los ‘80s. El arte alcanza precios inimaginables. Las leyes que
lo rigen son puramente económicas.
Se pone de
moda comprar obras de arte. El arte se convierte en objeto de inversión similar
a las acciones. Comprar obras de artistas vivos resulta más barato y se
revalorizan pronto. Se establecen incluso listas de espera, los artistas
empiezan a producir según las leyes de la oferta y la demanda. Aparece un nuevo
tipo de galerista. Su función ya no es hacer negocios en la sombra y apoyar
corrientes artísticas. El galerista se convierte en la estrella que marca a
través de su política de precios la dirección de la historia del arte
contemporáneo. Y esto ha continuado hasta nuestros días. La galerista Mary
Boone, representante durante dos años de Basquiat, recibeen ese momento amplia
cobertura de los medios de comunicación sobre su galería y su persona. Es la
primera que establece las listas de espera.
Basquiat
nunca tuvo el control de la comercialización de su arte. La galeria no sólo
vendió su obra, sino también la persona de Basquiat, que alcanzó una fama
superlativa y alcanzando precios de estrella internacional de la pintura. El 12
de agosto de 1988, a los 28 años, muere en su apartamento de Nueva York de una
sobredosis de cocktail de drogas.
“Downtown
81” es una especie de fábula urbana del mundillo del arte plástico. Pero es a
su vez un gran fresco de la ciudad de New York en los años ‘80s y su costado
“underground”. Es un viaje de ida por sus calles, sus antros, su música, la
creatividad y la droga como parte del proceso creativo. Basquiat en el
protagónico es (aunque prácticamente se interprete a sí mismo) absolutamente
creíble y despierta una complicidad total con el espectador. “Downtown 81” es
como un documental ficcionado, una especie de “Alicia en el país de las
maravillas” del mundo del arte. Con una música estupenda e interpretaciones en
vivo de bandas “under” apoteóticas. “Downtown 81” es un film absolutamente
imprescindible para cualquier amante del arte, especialmente aquellos interesados
en la pintura y la música contemporánea. Una joyita rescatada de las oscuras
bóvedas del olvido ahora al alcance de todos via VOD (Video On Demand) gracias
a nuestros amigos de Music Box Films. Además, la presente edición viene cargada
de extras:
- Comentario de audio a cargo de los productores Maripol y Glenn O’Brien
- Nuevas entrevistas con Fab Five Freddy, Maripol y Glenn O’Brien.
- Material de archivo y episodio de “Glenn O’Brien’s TV Party" de 1980.
- Nueva Galería de Fotos
- Booklet de colección de 32 páginas
- Título: “Downtown 81”
- Género: Documental ficcionado
- Duración: 72 minutos
- Distribuidor: Music Box Films
- Fecha de Lanzamiento: 30 de Julio, 2015