Tuesday, March 1, 2011

83ra. ENTREGA DE LOS PREMIOS OSCAR®

Por Javier Mitchell
Corresponsal Oficial de los Academy Awards®

La 83ra. entrega de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood se desarrolló con una previsibilidad asombrosa. Fue una noche sin sorpresas, sin demasiados lujos visuales y como siempre, haciendo  justicia en algunos casos y regalando también un puñado de decepciones.























La 83rd Annual Academy Awards® televisada por la ABC Television Network desde el Kodak Theatre en Hollywood

El Discurso Del Rey fue la gran ganadora de la 83º Edición de los Oscar®. Aún sin ser una obra maestra era lo mejorcito de un puñado de films en su mayoría mediocres, salvo raras excepciones, quedándose con los rubros más importantes: Mejor Película, Mejor Guión Original (David Seidler),  Mejor Director  (Tom Hoope) y Mejor Actor (un Colin Firth magnífico que merecía desde hace tiempo este reconocimiento). 

Colin Firth                          
Los presentadores de este año, en este desesperado intento de Hollywood de acercarse a las audiencias más jóvenes, estuvo a cargo de James Franco y Anne Hathaway, que abrieron el show con un montaje de las películas nominadas en una parodia de Inception. Frescos, talentosos  y divertidos trataron de llevar a cabo la difícil tarea de conducir unos de los eventos más mirados del mundo y sobrellevar, una vez más, pésimos scripts. Uno creería que siendo Hollywood  (en teoría y dejando de lado a Bollywood) la industria más poderosa del cine mundial debiera a su vez tener los mejores escritores… pues no: año a año nos muestra que los textos del evento siguen siendo el costado más débil del show.



Una correcta y relativamente sobria  escenografía y  tecnología digital bien aplicada dieron marco a esta constelación de estrellas y starletts que pisaron el escenario para entregar los premios Oscar® en su mayoría de manera monótona.  El único consuelo es que al menos los premios más importantes no recayeron (como amenazaban)  en un film mediocre como “La Red Social”, que está más cerca de la película de TV que del cine y que no aporta nada más que una cronología de hechos y retratos de personajes que son menos importantes que los productos que crearon. Para ese tipo de conocimiento no hace falta ir al cine sino a Google.


El ganador del Oscar (por “Crazy Heart”) Jeff Bridges fue el encargado de presentar la categoría de Mejor Actriz Protagónica  en la que se consagró como triunfadora Natalie Portman por su interpretación en “Cisne Negro” (Black Swan”). Aunque Portman brindó una estupenda interpretación esto no dejó de provocar cierta decepción ya que la elección de Annette Bening hubiera sido más justa. Su actuación  en “The Kids Are All Right” es excepcionalmente  profunda, llena de matices  aunque más minimalista y sutil que la de Portman. Esto provoca que sea más difícil de percibir por el gran público pero apreciada como una clase de actuación por los profesionales. Fue doloroso ver la cara de Benning en la pantalla al escuchar que “otra vez” no se lo concedían.

Annette Bening sonriente, minutos antes de recibir la mala noticia.

La gala intento nuevamente a apelar a la emotividad a través de  flash backs al pasado de Hollywood. Efectos virtuales, la invitación a una gloria del cine como Kirk Douglas para entregar un premio, la aparición de Billy Cristal (que desde 2004 no volvía al escenario de los Oscar®), un (casi) lastimoso homenaje a Lena Horne a cargo de Halle Berry y Celine Dion cantando mientras proyectaban la imagen de los profesionales desaparecidos este año no llegaron a conmover como en años anteriores.


 
Celine Dion                                                          Halle Berry              


No hubo discursos que toquen el corazón de la audiencia, tampoco ninguna apelación política salvo la de Charles Ferguson (ganador de Mejor Largometraje Documental), que comenzó diciendo: “Perdónenme, pero debo decir esto: a tres años de esta horrible crisis financiera causada por fraude masivo, aún ni un solo ejecutivo financiero ha ido a la cárcel y eso está muy mal”.  Excepto esto último todo el resto fue como algo quirúrgicamente desinfectado. Coloquial, fresco, un poco monótono y apto para todo público. No en vano Godard rehusó viajar a Hollywood a recibir ese Oscar® "casi" consuelo que le fue entregado. Y si los discursos sobre el escenario fueron aburridos no quieran saber lo que fueron las respuestas a la prensa debajo del escenario: entenderían muy bien por que  muchos actores son premiados por recitar  textos de otras personas!

Charles Ferguson y Audrey Marrs, ganadores al  Mejor Documental de Largometraje por “Inside Job”, posan backstage con Oprah Winfrey

En lo personal sigo sin entender cómo “La Red Social” ganó el Oscar® al Mejor Guión Adaptado, Banda Sonora y Edición. “Alicia En El País De Las Maravillas” ganó con justicia Dirección de Arte y Vestuario e “Inception” se llevó casi todos los rubros técnicos, como Cinematografía, Efectos Especiales,  Edición y Mezcla de Sonido. Y tampoco puedo explicarme aún por qué una película como “Shutter Island” de Martin Scorsese careció de toda nominación, excepto el hecho que su productora Phoenix Pictures produjo también “Black Swan” y decidió invertir los cinco millones (mínimo) que cuesta una campaña al Oscar a esta ultima (“Shutter Island” además ya termino su recorrido comercial y en el mercado de dvd y blu-ray).

En la categoría de  Mejor Canción no había grandes trabajos, y la única (a excepción de “Tangled”) que merecía ser nominada, Cher’s  “You Haven't Seen The Last Of Me” (de “Burlesque” y ganadora del Golden Globe) fue misteriosamente omitida. El resto fueron canciones sumamente olvidables  y el Oscar® recayó en Randy Newman  por “We Belong Together” de “Toy Story 3”.

 Alan Menken, Zachary Levi y Mandy Moore cantando la canción nominada de "Tangled"    

 Hubo un tiempo cuando la ceremonia de la entrega de los Premios Oscar® de la Academia era el evento del año, visualmente insuperable, divertido, emotivo e imperdible para los amantes del cine. Hoy todo eso ha cambiado. Quizás se deba al paso del tiempo, a los grandes cambios tecnológicos que hacen que ya nada nos sorprenda o simplemente a la falta de originalidad. Si Hollywood continua priorizando la cuestión demográfica al arte, si en lugar de premiar los verdaderos logros cinematográficos esta preocupado por venderle a los adolescentes mas entradas, si ya no importa el contenido del film sino la cantidad de minutos de efectos especiales, entonces, una vez más, para poder apreciar ceremonias de entregas de premios al cine de calidad tendremos que poner nuestra mirada en Festival de Cannes o en la Berlinale. Una vez más.









Steven Spielberg posa backstage para los medios junto a  Iain Canning, Emile Sherman y Gareth Unwin, ganadores del Oscar® a la Mejor Película del Año por “The King's Speech,” producida por  Iain Canning, Emile Sherman y Gareth Unwin.


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