Por
Javier Mitchell
Nacida en Alemania, Diane Kruger accedió a la categoría de actriz internacional en 2004
con “Troya” de Wolfgang Petersen. Le seguirían numerosos éxitos, en especial “Feliz Navidad” de Christian Carion, nominada a los Óscar como mejor película extranjera en 2005, “Copying Beethoven” de Agnieszka
Holland en 2006 con Ed Harris, “Adiós Bafana” de Bille August, “La búsqueda: El
Diario Secreto” con Nicolas Cage
en 2007, “Pour Elle” de Fred Cavayé en 2009 y “Pieds Nus Sur Les Limaces” de Fabienne Berthaud en 2010. El mismo
año, su interpretación en “Inglourious Basterds”
de Quentin Tarantino fue aclamada
por la crítica. Actualmente, podemos verla en “Adiós a la Reina” (Les
Adieux à la Reine, 2012) de Benoît
Jacquot, que inauguró el Festival de
Cine de Berlín de 2012. Acaba de terminar “Fly Me to the Moon” de Pascal
Chaumeil y “La Huésped” de Andrew Niccol.Tarantino y Petersen de un lado,
Klapisch y Canet del otro. Directores de un lado y otro del Atlántico
desean que Diane Kruger deslumbre en sus películas. La actriz cursó
estudios en Francia antes de encarnar a Helena en “Troya”, junto a Brad Pitt y Orlando Bloom. Actriz
polivalente e hiperactiva, ha aparecido en el cartel de una treintena de
películas en una década de carrera. Acaba de formar parte del Jurado de Largometrajes en el último Festival de Cannes.
“Adiós a la reina” (Les Adieux à la Reine, Trailer, 2012)
C.I.: Combina
cine francés y americano, actúa tanto en grandes producciones como en películas
de bajo presupuesto. ¿Por qué es importante combinar experiencias diferentes?
Diane
Kruger: Con el cine
francés, me siento un poco como en casa. No soy ni francesa ni estadounidense:
es como si me invitaran a todos los mundos del cine. Nunca se trata de una decisión
del tipo "esta vez, trabajo en Francia". Pero creo que los
roles para mujeres en el cine europeo son más interesantes que en Estados
Unidos. En Europa, las películas tienen tendencia a ser más realistas. En
Estados Unidos, hacen más blockbusters lejos del universo real.
C.I.: ¿Tiene una forma especial de preparar sus personajes?
Diane
Kruger: Depende de
los papeles. Algunos requieren un tiempo prolongado de investigación. Hace poco
interpreté a María Antonieta en "Adiós a la Reina". En ese caso, existe
necesariamente un trabajo de investigación histórica. En "Pour Elle",
visitamos cárceles en Francia y hablé con mujeres encarceladas. Otros papeles
dejan gran parte a la imaginación.
Diane Kruger en "Inglourious Basterds"(2009), de Quentin Tarantino
C.I.: ¿Hubo algún film que la haya impactado profundamente como espectadora?
Diane
Kruger: Me acuerdo
de La cinta blanca de Michael Haneke. Cuando la vi, me enfureció, más si
cabe porque soy alemana. La forma de desvelar su mensaje realmente me fascinó.
Todavía hoy, hay imágenes que permanecen en mi cabeza y que me hacen
reflexionar. Eso es lo que espero de una película.
C.I.: ¿Tiene algún rol o personaje que desee interpretar?
Diane
Kruger: Es imposible
de decir. Lo sabré cuando llegue, quizás entonces me dé cuenta de que he
interpretado el papel de mi vida. Desde luego, existen figuras que me han
inspirado pero no estoy segura de querer interpretarlas.
Diane Kruger, Alfombra Roja, festival de Cannes 2012
C.I.: Cómo fue
su relación con los otros miembros del Jurado?
Diane
Kruger: No conocía
muy bien a los otros miembros del jurado, excepto a Emmanuelle pero decubrí
grandes profesionales. Es muy interesante como profesional compartir diferentes
miradas sobre el mismo film de personas de tu mismo ambiente. No es que
discutamos acerca de la calidad de los films sino desde los diferentes puntos
de vista que cada uno tiene sobre los mismos. Me encanta trabajar con el
Presidente del Jurado, Nanni Moretti, quien nos ofrece muchas guías al respecto
y hace que trabajar en equipo sea un placer.
C.I.: ¿Qué
película le gusta mirar junto a una persona que desea seducir?
Diane
Kruger: “Las cosas de la vida”. Me encanta Romy Schneider y es una película
magnífica. "La Règle du Jeu" también. Creo que es la mejor película de
Renoir. Cuando se intenta seducir a alguien, debe tratarse de algo que se pueda
compartir, es lo mismo que sucede con un libro.
