Friday, September 9, 2011

"Habemus Papam". Conversación con Nanni Moretti

Por Javier Mitchell

 Un Papa recientemente electo sufre de ataque de pánico ante el hecho de tener que aparecer en el balcon de San Pedro a saludar a los feligreses. Sus consejeros, imposibilitados de convencerlo que él es el hombre indicado para ser Papa, buscan ayuda en un reconocido psicoanalista, que es ateo. Nanni Moretti es el director de “Habemus Papam”, film ítalo-francés presentado en el Festival de Cannes y la Bienale de Venecia. 



Culturalmente Incorrecto habló con el director:

CI: Cómo nació la idea de este film?
NM: Junto a Federica Poltremoli y Francesco Piccolo comenzamos trabajando sobre diferentes ideas. Luego, después de un tiempo, decidimos desarrollar la historia de “Habemus Papam”. Hubo una escena sobre la que giró todo el desarrollo: un nuevo Papa electo que no puede afrontar el hecho de salir al balcón a saludar a sus feligreses.

CI: El film está construído en dos partes: algunas secuencias se focalizan en el confinamiento y otras en la libertad. Que existe detrás de este balance y simetría en su escritura?
NM: Queria mezclar comedia y drama en un solo film, mezclar el tono grotesco y el realista. El cónclave de los cardenales nace en nuestra imaginación pero hemos respetado los ritos y liturgias de un cónclave real. El Papa se escapa del Vaticano y se enfrenta con el mundo real en una ciudad donde se encuentra en situaciones con las que no se ha enfrentado en mucho tiempo. El caminar por Roma lleva a Melville (el Papa) y a la audiencia a hacerse ciertas preguntas. Mientras tanto el psicoanalista permanence en el Vaticano donde luego de sentirse desorientado comienza a sentirse cómodo.

CI: Qué piensa de los ataques que le han hecho últimamente?
NM: No han existido ataques contra el film en sí mismo, sólo algunos hechos aislados que no reflejan al mundo católico.

CI: Recibió Ud. Educación religiosa? Cree en Dios?
NM: Mis padres eran creyentes y recibí una educación católica, pero no me considero un creyente.


CI: Podemos aplicar el tema de este film al terreno politico?
NM: Yo he dado mi versión precisa de un mundo en particular, el del Vaticano, pero considero que muchos de los temas que trata el film y la angustia del protagonista podrían aplicarse a otros terrenos, pueden conmover a miembros de la audiencia que están bien lejos de los personajes que muestro.

CI: Cree Ud. que existe una relación entre la confesión del rito eclesiástico católico con la confesión del psicoanálisis?
NM: No creo que exista ninguna relación.

CI: Pudiéramos decir que Ud. es más critico del psicoanálisis que de la Iglesia?
NM: En mis films siempre me he tomado a broma a la izquierda política, a mi generación, a las relaciones entre padres e hijos, a mi medio social, a la escuela, al mundo del cine, en “Caro Diario” incluso me burlé del cáncer del que había sufrido veinte años antes. Entonces, creo, es simplemente justo tomarme a broma también al psicoanálisis.

CI: Cuál es la relación entre Melville, que rehúsa el rol al que se le ha asignado, y el actor, que desea interpreter todos los roles, incluyendo la dirección en “La Gaviota”, obra que representan en el film?
NM: Tiene uno que convertirse realmente en el intérprete de sí mismo, de las propias elecciones? A veces es difícil para mí teorizar acerca de mi trabajo.

CI: Por qué Chejov?
NM: Mientras escribíamos el guión queríamos que la obra de teatro fuera de un autor reconocible. Chejov era el autor que más se asemejaba a los sentimientos expresados en el film y a sus protagonistas.

CI: Qué parte de este film es autobiográfica?
NM: Como siempre, es el sentimiento detrás del film el que es autobiográfico. Pero si quieres ir más a fondo, hay una parte de mí en los dos personajes: tanto en el psicoanalista como en Melville, el Papa y su sentimiento de no estar a la altura del rol que se le ha asignado.