Por
Javier Mitchell
Hasta el 18 de diciembre del 2011 la ciudad de
Madrid, España, tiene en su cartelera teatral una obra de calidad exquisita y
con un elenco de lujo: “PURGATORIO”,
del autor nacido en Argentina y criado en Chile Ariel Dorfman, quien deslumbró hace unos años los circuitos
teatrales y cinematográficos con su obra “La
Muerte y la Doncella”. El elenco está compuesto sólo por dos personas: Viggo Mortensen (“Lord Of The Ring Trilogy”, “A History Of Violence”, Eastern Promises”)
y Carme Elias (“La Flor De Mi Secreto”).
Culturalmente Incorrecto dialogó en Madrid con Viggo
Mortensen:
CI: Cómo se originó
“Purgatorio” como proyecto teatral?
VM: Yo no
conocí a Ariel Dorfman en persona,
creo que hasta 2007, en el Festival de cine de Toronto, pero nos habíamos
escrito antes y me había mandado una versión de la obra. Esta obra ha ido
evolucionando; creo que se presentó en un taller de teatro en Seattle (EEUU), y
se ha intentado representar varias veces... Ariel dice, más o menos en broma,
que es una obra maldita, que cada vez que trata de presentarla en un teatro, no
funciona... alguien enferma, alguien se va, algo pasa..., También ha sido un
recorrido largo para nosotros hasta llegar aquí.
Él me había enviado una
versión en inglés, y cuando lo conocí en persona hablábamos en español. Yo le
pregunté por curiosidad si existía una versión en castellano, y le pareció
interesante que lo hiciera en este idioma. Entonces, empezamos a trabajar con Josep Maria Mestres y Ariel fue
puliendo la traducción en español. Fue interesante la diferencia entre los
idiomas, en las ideas, incluso. Él fue afinando la obra con mejoras que después
trasladó a la versión en inglés. ¿Por qué él pensaba que era yo el actor para
el papel? No lo sé.
CI:¿Todo este tiempo ha
servido para reposar ideas, matices, ha surgido alguna óptica nueva?
VM: Sí, por un
lado, a primera vista, es una obra bastante complicada, muy detallada, difícil
de entender; por otro lado, cuando vas trabajando y entendiendo lo que está
escrito, parece todo bastante sencillo.
Es como cuando uno lo pasa bien... o
las cosas van bien en una relación, o como cuando uno actúa, que cuando
funciona y todo va bien, es lo más fácil del mundo, y lo más divertido. Cuando
va mal es lo más vergonzoso y lo más terrible que hay.
A través de estos dos
años que hemos estado trabajando, hemos aprendido cosas, muchas cosas. Incluso
anteayer, uno piensa que ya sabe lo que es la obra, y de repente Carme dice
algo, y lo entiendo de otra manera... es complicada y está bien escrita, la
estructura es muy buena y te hace pensar en muchas cosas.
Pero está llena de
trampas: son dos personas que están en el escenario y que no paran de hacerse
preguntas, de interrogar; no hay salida fácil.
CI: ¿Es posible el
perdón?
VM: Si les pones
condiciones, la cagaste.... No se puede poner condiciones al perdón, porque no
es perdonar sinceramente.
El purgatorio para los católicos es un estado, un
sitio indefinido, pero no es el infierno. Tarde o temprano vas a llegar al
cielo. En esta obra, no vas a llegar al cielo. Hacer las cosas bien, pedir
perdón y perdonar de corazón, sinceramente, no tiene un premio, es el premio.
Yo pienso que no hace
falta creer en Dios ni en un renacimiento para pensar que es una buena idea;
para aceptar la idea de que si perdonas sin poner condiciones, haciéndolo
sinceramente, lo vas a pasar mejor. Si pones condiciones, no te va a servir de
mucho al final.
Hay gente que respeto
muchísimo, son tan inteligentes, los escuchas en una conversación o en un
debate, en el que te explican con una claridad impresionante sus razones por
haber hecho lo que hicieron -cosas feas también- o sus razones para no poder
perdonar un acto de otro, o de otra nación, o de otra sociedad. Hay gente que
dice: “Hay cosas que no se pueden perdonar”... No lo sé... yo creo que esta
obra dice que todo se puede y se debe perdonar. Si uno quiere estar bien,
básicamente.
CI: ¿Por qué ha escogido
el Teatro Español y Madrid para volver al teatro?
VM: Purgatorio se presenta
en las Naves del Español en Matadero porque
a Mario Gas y a su equipo les pareció buena idea. A Ariel Dorfman también le gusta que se presente su obra por primera vez en castellano en
el Teatro Español. Es un sitio muy
bueno; el que vaya, verá que el Matadero encaja muy bien con esta obra, que es
visualmente bastante austera. Es un sitio perfecto, hemos tenido mucha suerte
de que Mario Gas y el Teatro Español quisieran presentarla.
Ahora estamos en la fase
final de los ensayos, y como saben mis compañeros, hay momentos donde todo
parece que es imposible. Supongo que el teatro es así; el cine es así también,
hasta cierto punto. En el momento que te parece que todo está bien, que lo has
solucionado... pues hay otra toma o hay otro ensayo, y no. Hay que estar
atento, y esta obra tiene mucho que ver con eso, con el momento.
TEATRO
Autor: Ariel
Dorfman. Nació en Buenos Aires y, después de diez años de niñez en los
Estados Unidos, creció en Chile, donde participó en el gobierno de Salvador
Allende como consejero cultural antes de salir rumbo al exilio después del
golpe de 1973. Sus libros, escritos tanto en inglés como en castellano, han
sido traducidos a más de cuarenta idiomas y sus piezas de teatro montadas en
más de cien países.
Su obra dramática, “La Muerte y la Doncella”, que
recibió el Lawrence Olivier Award y docenas de premios en todo el mundo, fue
adaptada al cine por Roman Polanski
con Sigourney Weaver y Ben Kingsley. En Broadway fue dirigida
por Mike Nichols, con Glenn Close (Premio Tony), Gene Hackman y Richard Dreyfuss.
Dirección: Josep Maria Mestres
Del 4 de noviembre al 18
de diciembre
Una producción del
TEATROESPAÑOL
HOMBRE: Viggo
Mortensen
MUJER:
Carme Elias
Equipo Artístico:
Dirección de Escena: Josep Maria Mestres
Escenografía: Clara Notari
Iluminación: Ignasi Camprodon (aai)
Vestuario: Rosa García Andújar
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