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Wednesday, March 7, 2012

ENTREVISTA A WILLIAM HURT: “TRES VECES 20 AÑOS”


 Por
Javier Mitchell

“TRES VECES 20 AÑOS” ("Late Bloomers") es la nueva comedia romántica de la directora francesa Julie Gavras, hija del afamado director de cine griego Costa Gavras. CULTURALMENTE INCORRECTO entrevistó a William Hurt, protagonista del film junto a Isabella Rossellini respecto a su participación en el film.

CI: ¿Qué le impulsó a participar en esta película?
WH: El guión. Después de leerlo acepté el papel inmediatamente. Y también me impresionó que la directora, Julie Gavras, cruzase el Atlántico sólo para hablar conmigo.

CI: ¿Cuál fue su primera impresión luego de leer el guión?
WH: A pesar de que leí la versión en inglés -que no es la versión original en francés- me pareció muy sincero. Los sentimientos estaban ahí, en todas las páginas. Las palabras de Julie me resultaron familiares. Comprendí inmediatamente de qué iba la película: el tiempo que se escapa mientras la vejez y la muerte asoman por el horizonte. La historia reúne muchas generaciones. Y cada una tiene sus preocupaciones y sus identidades, algo que también suele ocurrir con la música. La historia tenía algo de melódico, algo de profundamente compasivo.


CI: ¿Esa compasión es importante para usted?
WH: No tengo la intención de perder el tiempo o mi vida. Necesito sentir algo, encontrar un sentido a mi trabajo y la única forma de hacerlo es aceptando proyectos que abordan temas reales que no tienen nada de superficial. En la industria del cine nos enfrentamos continuamente al artificio teniendo en cuenta la esencia de nuestro trabajo. Por eso buscamos la verdad y también comprender mejor las  cosas, porque necesitamos comprender la realidad para ser actores.

CI: ¿Se identifica con el tema de la película?
WH: ¿Y quién no? Una de las escenas más importantes de la película se desarrolla en un cementerio. Incluso en ese tipo de escenario, Julie y su historia nos ofrecen esperanza. Todos acabaremos en un cementerio. Así que la película nos concierne a todos. Creo que es maravilloso abordar un tema que tantos tratan de evitar. En Moby Dick, Herman Melville explicó que su libro planteaba una pregunta sobre una paradoja humana. Si recuerdo bien, decía: “¿Por qué los muertos se toman tantas molestias para silenciar a los muertos? Los muertos siguen vivos en nuestra mente, y por esa razón su existencia puede continuar eternamente. Por lo tanto no hay nada más precioso que el presente. Tanto para recordar a los que vivieron como para nosotros mismos, porque todos nosotros estaremos un día muertos para nuestros seres queridos”. He reflexionado sobre esto desde que era joven. Empecé mi carrera de interpretación en el teatro clásico en que las grandes preguntas sobre la naturaleza humana están muy presentes. Siempre me he hecho preguntas sobre estas cuestiones así que estoy encantado de poder hacerlo con esta película. Tener la oportunidad de abordar esta cuestión vital, sublime y profunda es una ocasión excepcional para un actor y me alegro de que Julie Gavras pensara en mí. 

CI:  Adam, su personaje, se niega a aceptar su edad...
WH: Esa es una de las cuestiones que aborda la película. ¿Cómo es posible estar de acuerdo con lo que nos hemos convertido, independientemente de la edad? ¿A quién no le aterra la imagen de ese futuro que está cada vez más cerca? ¿Cómo vivimos nuestras vidas? Se necesita mucho valor para encontrar las respuestas. Hacerse mayor es un gran reto. Y la vida puede ser maravillosa para los que puedan aceptarlo.

CI: ¿Qué opina de Mary y Adam?
WH: Como la mayoría de las parejas que llevan mucho tiempo, están tan unidos como separados. A pesar de que ambos están viviendo un viaje personal, siguen siendo un equipo. Eso me recuerda algo que alguien me dijo hace un par de años: una relación no es una suma, es una multiplicación. Esta película recrea esa idea ya que tanto Adam como Mary tienen sus propias personalidades pero siguen siendo una pareja. Es un matiz maravilloso. ¿Cómo se las arregla esta pareja para comprometerse sin que ninguno de ellos pierda su propia identidad? Así es cómo funcionan las cosas en todas esas maravillosas parejas.

CI: ¿Este film le ha ayudado a encontrar respuestas sobre la vida?
WH: Todo el mundo puede encontrar pistas en la película. En lo que a mí respecta, ahora me siento más capaz de afrontar mejor mi propia mortalidad y mis elecciones.


CI:  ¿Se identifica con su personaje?
WH: Yo sólo soy un actor. Cuando interpreto un papel, intento encontrar algo en mí mismo que se parezca a mi personaje, pero no es suficiente para definirme como persona. Cuando estábamos empezando a preparar la película, mis compañeros me regalaron un librito titulado "101 Lecciones de la Facultad de Arquitectura". Antes de eso, había visitado el departamento de arquitectura de la librería de mi barrio para leer sobre el tema. Pero todos los libros me intimidaban, así que leí este regalo que parecía más accesible para mí. Es un libro increíble. En la página 101, entre otras muchas observaciones, se dice que los arquitectos son 'late bloomers' (florecen de forma tardía). ¡Qué coincidencia! Entonces, ¿el actor es el personaje que interpreta? Cuando la gente me para en la calle y me habla de la imagen que les inspiro, les contesto que no soy quien ellos creen. Me identifico con el personaje a través de los detalles. Y lo hago prestando mucha atención a la historia y de forma que haya siempre un nexo de unión con el resto de los personajes. El objetivo es que el espectador también pueda identificarse. Ese es el secreto de la interpretación: ayudar a la gente a reconocer quiénes son.


CI: ¿Qué tal fue trabajar con Isabella Rossellini?
WH: Me gusta trabajar con gente que tiene los pies en el suelo, que son naturales y que están contentos consigo mismos. Isabella es fantástica, siempre es ella misma. En mi opinión, actuar es un acto de generosidad, un deseo de compartir, y creo que Isabella ve las cosas de la misma forma. Siempre demuestra una gran consideración hacia los demás, algo que en parte heredó de sus padres. Rodar una escena con ella es pura felicidad.







Friday, March 2, 2012

ENTREVISTA A ISABELLA ROSSELLINI: “TRES VECES 20 AÑOS” ("LATE BLOOMERS")

 Por
Javier Mitchell
 

Con motivo del próximo estreno del film "TRES VECES 20 AÑOS" (LATE BLOOMERS), dirigido por Julie Gavras, CULTURALMENTE INCORRECTO entrevistó a Isabella Rosselini, protagonista del film junto a William Hurt.

"TRES VECES 20 AÑOS" es una comedia romántica. Mary y Adam, sus protagonistas, no son la típica pareja de 20 o 30 años; tienen casi 60. Como la mayor parte de las parejas de 60 años del siglo XXI, son muy activos. Y además, lo hacen con estilo. Compaginan hijos, nietos, trabajo y amigos con las penas y alegrías de la vida de casados. Hasta que un día descubren, con gran sorpresa, que ya han entrado en el colectivo de la tercera edad. Y reaccionan ante esta realidad de forma muy diferente. La actitud de Adam es tan desesperada como su negación, buscando la fuente de la eterna juventud. Por el contrario, Mary decide encarar la situación haciendo lo que mejor sabe hacer: cuidar de su marido y su familia, pero sus "preparativos para envejecer", malévolamente cómicos, asustan a su familia y amigos. El enfrentamiento se hace inevitable y la separación también. Hijos, nietos, padres y amigos intentan reconciliarlos. Pero, ¿no deberían dejar que la vida se encargara de eso?








C.I.: ¿Qué fue lo que más le atrajo del guión?

I.R.: Julie ha logrado crear ese matiz "tragicómico" tan típico de las películas europeas, sobre todo en las de sur, que mezclan tan bien risas y lágrimas. Su película aborda temas de gran importancia: la edad, nuestra percepción de esa edad y el hecho de que nadie vive para siempre. Trata sobre ese momento en que somos conscientes de lo que nos queda de vida y lo que queremos hacer con ella. Y Mary, mi personaje está justamente en ese momento. A pesar de que desde la infancia todos sabemos lo que es la muerte, la fecha límite es algo abstracto, hasta que sentimos que la tenemos delante. Y eso es lo que siente Mary. Está a punto de cumplir 60, la realidad se le echa encima, y quiere asegurarse de que su marido y toda su familia también son plenamente conscientes de esa realidad. El guión tiene mucha fuerza porque aborda una situación grave con mucha elegancia, ternura y esperanza. Es una historia muy particular con la que los espectadores podrán identificarse. Me impresionó mucho cuando lo leí.


C.I.: ¿Qué fue lo que la decidió a filmar con Julie Gavras?

I.R.: Me atraen las personalidades fuertes, directores que van de David Lynch a John Schlesinger, sin olvidar Guy Maddin. Intento escoger películas dirigidas por personas que merecen el calificativo de autores. En “La Culpa La Tiene Fidel”, Julie ya empezó a demostrar que era una auténtica autora y esta película lo confirma. Es sincera y ofrece su propia visión de las cosas. La combinación de sensibilidad y humor debería conmover a mucha gente. Julie es una directora fantástica y nunca tuve dudas sobre ella. ¡Sólo necesita tiempo para que su trabajo sea reconocido!

C.I.: ¿Cómo describiría a Mary, su personaje?

I.R.: A pesar de que su madre y su marido son ingleses y sus hijos han crecido en Inglaterra, el padre de Mary es italiano y ella creció en Italia. Así que no es la típica madre inglesa y eso añade matices a su personaje. Creo que se definiría más como una mamma, una esposa para la que la familia es lo más importante de la vida. Mary tiene ese rasgo latino.

C.I.: ¿Cómo se identifica con su personaje?

I.R.: Soy italiana, aunque mi madre era sueca. Y tampoco soy la típica mamma. Seguramente me identifiqué inmediatamente con Mary debido a la mezcla de culturas y a la forma en la que se comporta con sus hijos. Mary me resulta muy familiar.


C.I.: Cree que forma que tiene Mary de ver la vida hace que el público se sienta identificado?

I.R.: Está lo que ha logrado hasta ahora y lo que queda todavía por hacer. Siempre se ha ocupado de su marido y de sus hijos dejando su propia carrera de lado. Las mujeres suelen hacerlo. Pero de repente, Mary se da cuenta de que la muerte está mucho más cerca de cuando tenía tan sólo 20 años. Y comprende que en nuestra sociedad no hay un lugar de verdad para los que tienen entre 60 y 80, a pesar de que muchos podrían ser siendo útiles y les gustaría participar. Según el país en el que vivas, la edad de jubilación está entre 60 y 65, pero sigues siendo joven y estás lleno de energía. Así que, ¿qué te queda por hacer y en qué se convierte tu vida? Mary tiene un marido que se niega a aceptar la edad, así que va a intentar ser realista y reaccionar. Es divertido, conmovedor y profundamente humano.

C.I.:¿Cómo fue la experiencia de ser dirigida por Julie Gavras?

I.R.: Ensayamos dos semanas, algo poco habitual. Normalmente hay un par de lecturas del guión, pero no hay ensayos de verdad como en el teatro. Julie nos pidió que llegáramos quince días antes del rodaje para trabajar con William Hurt y el equipo. Hablamos de todo; de la infancia de Mary, de la forma en la que aterrizó en Inglaterra, cómo conoció a Adam... Conocer la historia de tu personaje, incluso de algunos elementos que no están en la película te ayuda a definirlo y a interpretarlo mejor. Julie estaba siempre allí respondiendo a nuestras innumerables preguntas. Es su trabajo y lo hace francamente bien. La verdad es que había pensado en todo.
 
C.I.:¿Cómo fue trabajar con William Hurt?

I.R.: Es la primera vez que trabajamos juntos. Admiro su trabajo y esta película me dio la oportunidad de conocerle mejor. Es realmente bueno. Una parte significativa de la interpretación consiste en reaccionar ante tu compañero y trabajar con William fue muy fácil.  La primera vez que nos vimos fue bastante extraña. Estaba en un avión y un hombre con una barba blanca y larga me cogió del brazo mientras se dirigía a mi asiento y dijo que era mi marido. Sonreí y me dirigí a mi asiento. Una vez sentada empecé a preguntarme  quién era ese extraño 'Papa Noel'. No le había reconocido, ¡pero era William! Esperó pacientemente a que el avión aterrizara, vino hacía mí y me repitió que era mi marido en la película que íbamos a rodar. Ese encuentro se parece a él, insólito y elegante. Caí rendida ante su encanto, ¡un buen principio para interpretar a una mujer enamorada! Es un hombre de verdad y trabajar con él fue fascinante. Es un grandísimo actor.

C.I.: ¿Existe algún tipo de identificación entre Isabella Rossellini y el tema de la película?

I.R.: El título se refiere a la eclosión de la madurez. Es una metáfora sobre la madurez. La historia evoca el recorrido hasta la madurez a través de las diferentes etapas de la vida de una persona. Un día, William le preguntó a Julie sobre qué trataba la película y ella contestó que era sobre gente que intentaba buscar su lugar en la vida. Con ligereza y sutileza, la película recoge muchas preguntas que no tienen respuesta. Compartir la experiencia es lo único que puede ayudarnos. Al final Mary se da cuenta de que es una buena persona y de que a pesar de no ser perfecta, hace lo que cree que está bien. Comprende que ha hecho un buen trabajo y que su familia se ha convertido en lo que ella quería.
C.I.: ¿"TRES VECES VEINTE AÑOS" es una película dirigida al público femenino?

I.R.: Seguramente, pero hace más hincapié en su compasión que en el feminismo puro y simple. Es evidente que la película tiene un punto de vista femenino, el punto de vista de Julie. Ella está más interesada en las relaciones entre la gente y la familia que un director hombre. Pero no hay que generalizar. La verdad es que es raro encontrar una buena película sobre la vida y la familia, ¡pero no hay duda de que ésta es una de ellas!



Friday, November 26, 2010

Entrevista a William Vela, Director & Fundador del Miami Short Film Festival 2010, Novena Edición.

Javier Mitchell entrevista a William Vela, Director & Fundador del Miami Short Film Festival 2010, en su Novena Edición y en las instalaciones del Coral Gables Art Cinema, uno de los dos teatros donde se desarrolló el Festival.